Nos llega desde muy cerquita y gracias a unos amigos vitorianos una curiosa leyenda relacionada con los cementerios.
¡ Gracias a Julio, Antonio y Enrique!
Cementerio de Santa Isabel: EL ÁNGEL DE LA MUERTE.
Dicen por ahí que existe una estatua funeraria en el cementerio de Santa Isabel, en pleno corazón del barrio de Zaramaga en Vitoria-Gasteiz que si el viandante al pasar por allí es señalado por su brazo, tiene sus horas contadas. Una muerte trágica le espera en breve.
Paseando por allí constatamos que la citada estatua es un ángel con el brazo derecho alzado, señalando hacía el cielo y que corona en lo más alto de un panteón.
Al parecer si al pasar por allí, ves su brazo girar y apuntarte con el dedo índice, te esperá la muerte muy pronto.
Rumorean los niños de colegios próximos, por cierto con excelentes vistas del cementerio, que en ocasiones han visto al "ángel" mover el brazo pero no hay ningún testimonio que nos pueda corroborar semejante hecho paranormal.
Rumorean los niños de colegios próximos, por cierto con excelentes vistas del cementerio, que en ocasiones han visto al "ángel" mover el brazo pero no hay ningún testimonio que nos pueda corroborar semejante hecho paranormal.
Hasta aquí lo insólito pero investigado el tema por nuetros compañeros vitorianos, nos cuentan que el personaje allí enterrado también tiene su historia.
En el panteón fúnebre se encuentran los restos de un noble y empresario alavés del siglo XIX que hizo fortuna en Cuba con el tráfico de esclavos. Al parcer esta persona era conocida por su crueldad con los que le rodeaban. Dando quizás un transfondo más siniestro a esta leyenda urbana.
